Los últimos triunfos de Los Pumas no sólo aportaron confianza, construcción colectiva y señales claras de que el proyecto de Felipe Contepomi avanza en la dirección correcta. También dejaron un efecto menos estridente, pero igual de determinante: Argentina se aseguró un lugar entre los seis cabezas de serie del Mundial Australia 2027, una ventaja estratégica que puede influir directamente en el futuro deportivo del seleccionado.
La victoria ante Escocia, conseguida con una remontada épica en Murrayfield, y las señales de crecimiento mostradas en la ventana de noviembre consolidaron al equipo en el Top 6 del Ranking Mundial de World Rugby, que es el criterio clave que determina a los líderes de cada grupo en el sorteo mundialista. Y en un sistema que intenta evitar que las potencias choquen prematuramente en fase de grupos, estar en el "bombo 1" implica evitar rivales como Francia, Irlanda, Nueva Zelanda o Sudáfrica desde el inicio del torneo.
Según los criterios establecidos por World Rugby, los cabezas de serie del Mundial se definen casi exclusivamente por el ranking al momento del sorteo. Los seis mejores equipos ocuparán la línea superior de los seis grupos, lo que les garantiza un cuadro inicial más favorable. Ese ranking pondera sobre todo resultados recientes, partidos de alta competencia y victorias ante equipos ubicados cerca o por encima en la clasificación.
Este logro no es casual. El seleccionado viene construyendo su identidad desde hace varias temporadas con una fórmula que combina convicción, madurez competitiva y una evolución visible en la toma de decisiones. Por eso, la línea narrativa encaja perfectamente. Ese mismo temperamento que permitió remontar en Escocia es el que hoy sostiene a Los Pumas entre los mejores seis del mundo.
Una herramienta para poder soñar con un buen Mundial
Además, existe un elemento adicional; aunque algunos mundiales reservan un lugar preferencial para el país anfitrión, en este caso Australia deberá estar entre los seis primeros para asegurarlo. De no estarlo, no hay privilegios automáticos. Por eso, el mérito argentino queda aún más claro.
Ser cabeza de serie no garantiza nada, pero evita mucho. Evita, por ejemplo, repetir zonas como la de Francia 2023, en las que el equipo tuvo que convivir con Inglaterra desde el primer día. Esta vez, en Australia 2027, Los Pumas podrían arrancar con un horizonte más despejado para construir el camino hacia los cruces.